Gracias a su dedicación, disciplina y trabajo duro, el maestro Joel Castillo se convirtió en uno de los artistas más influyentes del país. Junto con una generación de exponentes contemporáneos, construyeron los discursos plásticos en Honduras a finales del siglo XX. Castillo, era entusiasta de técnicas pictóricas populares del periodo, como el uso de la espátula y la pintura acrílica, que se convirtió en un rasgo icónico de su obra. El maestro usó primordialmente dos temáticas; El Paisaje y La Abstracción, esta diversidad nos demuestra su versatilidad y dominio magistral del color, composición y técnica. Su producción paisajista tiene como discurso las enseñanzas de la escuela postimpresionista, ya que demuestra fuerza y vigor en su línea con bloques de color de diferentes tonalidades y matices en perfecta armonía dentro de la composición. Por otro lado, su producción abstraccionista retoma las composiciones centrífugas de muchos artistas futuristas de principios del siglo XX.

Dentro de sus obras abstractas podemos encontrar bloques sólidos de color, líneas en movimiento y centros de fuga elaborados para llevar la vista del espectador fuera de la composición. Entre muchos de los reconocimientos que obtuvo el artista podemos mencionar su participación en la exposición “Cuatro Pintores Hondureños” de 1974, con la que tuvo la oportunidad de compartir su obra en distintas ciudades de Alemania con el apoyo a la Embajada Alemana y el Ibero Club Bonn. En los años siguientes también tuvo la oportunidad participar y exponer su obra en distintas ciudades del mundo. En 1977 fue seleccionado para participar en la Exposición en el Midway Mall en Miami, Estados Unidos y en 1980 participó en la Muestra Pictórica Hondureña en México. En 1996 fue invitado a exponer en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, España. En el 2007 se apreciaron sus lienzos bajo el patrocinio del Instituto Ho diseño de Cultura Interamericana (IHCI) y el Hotel Honduras Maya.

La trayectoria de Castillo continúa hasta la actualidad, luego de haber dejado enseñanzas para las nuevas generaciones mediante su obra. El espíritu de trabajo y dedicación a su producción artística es una de tantas cualidades que los artistas nacionales toman como ejemplo. Indudablemente, el maestro dejó un legado artístico en la historia de las plásticas en Honduras. Banco Atlántida cuenta con más de 50 piezas de este artista y en homenaje póstumo a su destacada trayectoria, hemos hecho una selección de la obra que mejor representa su producción plástica en nuestra colección.