Doña Lidia, una mujer admirable, aparece en la fotografía secando maíz en la mesa, una imagen que cuenta la historia de su trabajo y del origen de ese maíz, que da lugar a un platillo típico. La simplicidad de la escena capturada permite reflejar la belleza de las tradiciones familiares, mientras que el diseño de la obra toma la forma de una estampilla gigante, un guiño a la antigüedad y a las estampillas y tarjetas postales de tiempos pasados. Los maizales negros representados en la ilustración simbolizan las cosechas de este alimento y el origen del platillo tradicional.
La pieza representa a Doña Lidia, simbolizando la cultura y la herencia que se transmite de generación en generación, un legado que se preserva a través de los años gracias a los padres y abuelos. El platillo de tortillas de maíz negro y una taza de café, característicos de Lempira e Intibucá, es un reflejo de las tradiciones culinarias hondureñas. Las tortillas, que se preparan para toda la semana o incluso quince días, se tuestan en las brasas cada vez que se consumen, representando una conexión profunda con las raíces culturales de la región. Para enriquecer la obra, se consultaron relatos de familiares, amigos y publicaciones sobre el platillo y su origen.
Aunque la obra no está inspirada en una fecha específica, se presenta como un homenaje a un pasado viviente, una tradición que ha perdurado a lo largo de los años. El diseño de la pieza, basado en una estampilla postal, evoca la nostalgia de épocas pasadas. Es proveniente de las primeras etapas del desarrollo cultural en América, a finales del Paleoindio y Principios del periodo Arcaico, pero el diseño de la pieza está basado en una estampilla o sello postal, siendo el primero emitido en enero de 1896.
Linda Cristina Colindres Orellana, 17 años, inició su camino en la ilustración digital en 2019. Su primer contacto con el dibujo digital fue a través de una tableta y aplicaciones como Ibis Paint, Medibang y Flip a Clip, a pesar de las limitaciones tecnológicas como la falta de espacio y el uso de los dedos en lugar de un lápiz táctil. Al notar su creciente pasión por el arte digital, su familia la apoyó adquiriendo una laptop y un lápiz táctil, lo que le permitió dar un paso más profesional en su práctica artística.
Siendo autodidacta, su formación formal se limitó a un año en una escuela de arte, donde su mentor le sugirió participar en proyectos como el concurso “El auto de tus sueños”, donde obtuvo el segundo lugar a nivel nacional. Además, ganó el primer lugar en el “V Salón Nacional de Arte Infantil” con su obra “Un último aliento”, realizada en acrílico y patrocinada por el Centro Cultural Sampedrano.
Aunque actualmente se enfoca en estudiar Mercadotecnia y Negocios Internacionales, áreas que se alejan de su pasión por el arte, Linda continúa practicando ilustración en su tiempo libre, con el objetivo de mejorar sus habilidades y, algún día, poder promocionar su trabajo artístico de manera profesional.
Software Creativo: Clip Studio Paint